viernes, 6 de marzo de 2009

Discurso de Pepe en Acto de lanzamiento de Campaña.

Compañeros: quisiera hacer una previa, dos o tres cosas previas.

A todos los que están acá y a los que puedan en definitiva el sábado estar en Paraguay y 18 acompañando a nuestro Presidente procurando el más amplio apoyo posible les pido juntar ómnibus, camiones, camionetas y traer gente para ese evento del sábado junto a nuestro presidente. Una segunda previa; inauguramos este local cedido por amigos que tiene una puntería esencial: que sirva para que se puedan nuclear para funcionar muchísimos compañeros que nos apoyan, que mucho les tenemos que reconocer y agradecer y que obviamente precisan un local.
Y una tercera previa, que no tiene nada que ver con esto, pero fui hombre de gobierno y lo soy, y estoy comprometido con este gobierno; quiero decir en vos alta MUCHAS GRACIAS en nombre de la nación al campo uruguayo, a los pobres del campo, a los peones, a los patrones medios, a los patrones ricos. Gracias porque este país algunos van a decir que tiene una cucarda, la coyuntura internacional, y con razón, y otros van a decir que la política económica correcta colaboró. Y todos tienen razón. Pero este país postrado en 2001, en 2002 empezó a recibir primero unas gotas, un chorrito, y después un chorro que nos sacó de la miseria y eso en gran medida es por el esfuerzo de los paisanos de Uruguay, por eso no lo quiero olvidar. Y ahora que estamos pasando una crisis que no terminó y que dejó heridas pero que sé que se va a superar en todos los sectores, salvo en uno que esta profundamente mal herido que es la lechería, no me quiero olvidar y sé que el gobierno ha echado el resto por ayudarla, pero hoy trepida todo el complejo lácteo porque la agricultura que parecía mal herida sigue pagando arrendamientos a 200 U$S la hectárea y la mitad de las tierras lecheras de este país son arrendadas. Y si se nos cae la producción lechera se cae la industria y está en juego todo el complejo lácteo; le pido a mi compañero y a los compañeros en el Ministerio y al Gobierno que hagan lo posible por tratar de sostener esta situación que es difícil. Al resto del campo uruguayo, a pesar de todos los pesares le sobra paño.

Perdónenme compañeros son cosas que no tienen que ver con este acto pero tienen que ver con la vida de la sociedad: y felicito a los compañeros de FUNSA que anoche firmaron un contrato de cuatro y pico millones de dólares que les asegura trabajo por seis meses y me siento feliz por ese esfuerzo en un mundo que está cerrado. Porque a los compañeros de FUNSA se les cayó el mercado brasilero por la crisis y estos son salarios, pucheros, laburos para cientos y cientos de compañeros que tienen su suerte comprometida.

Y ahora vamos al grano compañeros, porque si esto lo dejaba para después me olvido. Nosotros no somos como los gringos, yo decía qué fenómeno este Obama, qué discurso precioso. Lo tienen escrito con unas letras gigantes que se leen a la cuadra, entonces le sale redondito, pero los uruguayos somos mucho más artesanales. Compañeros, primero mi agradecimiento a la vieja barra de compañeros que a lo largo de los años y de las coyunturas nos han acompañando, estimulado y nos han bancado hasta nuestras quijotadas y locuras, mis gracias a los compañeros que hicieron posibles y que empujaron por esta precandidatura y a los compañeros que han creado, con su esfuerzo, todo este marco de sociedad y de amigos que nos acompaña hondamente; tengo mucho que agradecerles por el contenido que nos han dado para seguir viviendo y para seguir luchando, pero lo quiero transmitir a todos formalmente en este acto. A la vieja barra y a la barra chica un abrazo, un saludo y una despedida porque hoy la lucha es con todo el Frente, por todo el Frente, porque mañana es por todo el pueblo uruguayo. Tres millones y pico, ese es el verdadero sentido de todo este esfuerzo y de todos estos sentimientos; quiero además dejarle a la gente joven, a la gente crítica una reflexión: hay que tener en la vida honestidad intelectual y hay que cultivar la humildad cuando la realidad rompe los ojos.

Ahí están los modelos, porque mi generación cuántas horas discutió en el Sportman y en los boliches cercanos de la Universidad la vía: si reforma, si revolución y se nos fueron años potrancos queriendo dibujar un mundo, un mundo mucho mejor, que lo soñábamos, que lo teníamos en la memoria. Y ¿qué ha pasado?, ¿qué viene pasando en estas décadas en América Latina, la pobre América Latina dónde se han dado sorpresivos y positivos caminos electorales? Y ahí está Lula que no ha hecho ninguna revolución pero sacó 50 millones que estaban sumidos en la indigencia y les dio categoría de sociedad; y está Evo el primer gobernante indígena de América Latina que corre por el corazón de América, no llegó con los fusiles llegó conquistando la adhesión de masas indígenas. Cuánta historia ha corrido, y entonces uno se pregunta ¿reforma o revolución? Importa la suerte de los que viven, de cómo viven, de qué viven, por eso gracias a los Tabaré, a los Lula, a los Evo, a los Correa, a los que pelean como pueden y zurcen y no hacen un mundo perfecto. En el mundo siguen habiendo contradicciones, existen cotas para superar pero se va construyendo solidaridad, porque estas cosas objetivas y grandes hay que verlas y hay que tener la humildad de reconocerlas cuando rompe los ojos. Están abriendo un horizonte distinto que ni siquiera podríamos imaginar hace 30 años; no ha sido en vano, nada de lo que digo es por reproche, por el contrario. Cuando todo se ha caído yo miro y encuentro modelos no perfectos, encuentro países, ahí está Suecia, ahí está Noruega, ahí está Finlandia, ahí está Dinamarca, y sobre todo ahí está Nueva Zelanda en una foto que reprocha lo que podíamos ser, lo que debemos ser y todavía no somos. No son perfectos, son mundos decentes que es otra historia, mundos dignos donde sigue existiendo lo mío y lo tuyo pero hay sustantivamente una fraternidad humana y una solidaridad que vale la pena vivir. Por eso compañeros dejar estas cosas claras: no tenemos que arrepentirnos del camino que hemos elegido y del camino que nos han impuesto las masas de Uruguay que nos han mandatado a seguir por él, intentando construir y aceptando los desafíos. Gobernar no es hacer lo que se quiere. Gobernar con una visión progresista es zurcir todos los días, tejer alianzas permanentemente, tratar de ensanchar en todo lo posible la base de sustentación, tratar de limar las contradicciones más peligrosas, preocuparse por el salario, preocuparse día a día por el trabajo, preocuparse porque la tajada gruesa no condene a la inanición a otros.

Entre las contradicciones que hay en los distintos niveles de la sociedad gobernar es preocuparse de que los universitarios, que la pequeña burguesía tenga oportunidades y ponga su capacidad de dirección al servicio del país. Porque sin el concurso de la inteligencia marchamos al spiedo, los que queremos defender al mundo humilde, los precisamos a todos, dependemos de todos, pero decir de todos significa respetar los valores que tienen y las necesidades que tienen cada uno de los distintos sectores que componen la sociedad. Yo no me la doy de sabio porque no lo soy, me la doy de viejo terco, duro y laburador, que por eso mismo ha acumulado un poco de experiencia. Tengo la suficiente humildad para escuchar a la gente y aprender de la gente, pero quiero recordar que la lucha por el poder, que la lucha por el territorio, la lucha por expandir los genes esta presente en todos los primates y está en nosotros; pero como está eso, también esta la solidaridad en los primates, la cooperación y el amor a la vida para defender la vida entre todos de este mono que somos, complicado y complicador. Los demás tienen también sus virtudes, pero quiero rescatar que la política no es una manifestación humana, tiene rasgos en varias especies pero del punto de vista humano la política necesita y necesitará permanentemente el concurso de la ciencia, del razonamiento. Pero la política no es una ciencia, es más colindante con el arte porque precisando todas las razones y todos los programas la política da respuesta cuando se agotan los programas y se cierran las razones, cuando juega al sentido superior, porque la política tiene esta función: traducir las ideas y las razones, transformarlas en grandes sentimientos humanos que mueven a las grandes colectividades, las ideas que no son corazón no son fuertes, no sirven para marchar. No es una contemplación de carácter universitario como quien da un examen, un programa es un torneo de fuerzas subjetivas que transforman la conciencia en torrente popular, por eso las sociedades disparan de los técnicos y acuden a los políticos. Y quiero esta noche quebrar una lanza a favor de la política, que no es crear una agencia de colocación para hacer un instituto de reparto, esa es la prostitución de la política, la política es una necesidad de los seres gregarios para poder vivir en colectividad. Y quiebro una lanza por los partidos porque éstos tienen la función de acotar el plano de nuestras peligrosas y humanas deformaciones, porque son el pacto colectivo que tiene la fuerza para ponernos en vereda cuando nos desviamos. Quiebro una lanza por la política, por los partidos y por las organizaciones colectivas que son los que le dan sentidos. Y esto es bueno suscribirlo en esta época donde parece que lo importante son los medios de comunicación y las corrientes de opinión; sigo pensando en los partidos, en los militantes, en las organizaciones de base, en los comité, en el pueblo organizado. La política es en el fondo una vocación de servicio, una cosa desinteresada, difícil. Arriba de la tierra no sólo se tienen intereses relacionados con la guita, eso es lo más fácil. Hay otros intereses escondidos y sospecho mucho que los que amamos tanto a la política tenemos una enfermiza vocación de cariño en la gente; es posible que sea nuestra patología, por algo nos gusta sufrir y pelear tanto y gastar tantas décadas de nuestra existencia al extremo de quemar toda nuestra vida. Pero tal vez si las ciencias del comportamiento avanzan, alguna vez puede ser que se descubra que somos funcionales a las necesidades de la grey. A partir de aquí compañeros el ultimo Congreso del FA (tener memoria) nos recomendó tres cosas: seguir luchando para hacer consistente, llevadera y permanente la bonanza económica que logró la recuperación del país, porque para repartir hay que tener, y lo segundo barrer del mapa de Uruguay por lo menos la mitad de la pobreza, barrer para siempre la indigencia. Este es un mandato del ultimo congreso que hay que tenerlo claro y también como tercera condición nos mandató mejorar en la equidad, porque hemos crecido económicamente pero no hemos repartido en la misma proporción, y con honradez, debemos reconocerlo. Reconocer no significa superar, pero nunca superaremos lo que no reconocemos. Estos son los tres ejes programáticos fundamentales alrededor de los cuales tenemos que luchar en los años venideros; todos sabemos que tenemos probablemente viento en contra, cuanto viento en contra, nadie sabe. He leído todo lo que he podido, todos los chismeríos del mundo, todos los analistas económicos. Te digo una cosa, ser comentarista de fútbol y analista de economía es un boleto, tenés que aprender unas cuantas palabritas raras y ya está. Pero lo importante está en esto: nadie sabe cual es la profundidad que tiene este desastre que arrancó en el sistema hipotecario yanqui, que se expandió como reguero de pólvora, nadie sabe la magnitud de esto, todavía no es cuantificable, y nadie sabe la extensión, es decir cuánto tiempo va a durar. Pero en Uruguay la llevamos livianita, tal vez porque somos chicos y seguramente porque hemos logrado la estabilidad en este gobierno con un manejo prudente de lo fiscal, de lo monetario, un manejo inteligente del endeudamiento externo que no nos acogota en el corto plazo y una serie de transformaciones como la ley de inversión. Todo ese conjunto, más la reforma fiscal, generan un colchón macro económico que nos da por lo menos una pinta de serios bárbaros, tenemos pinta, coqueteamos en el plano internacional: decían pero ¡que bien Uruguay¡ Somos productores de comida y en algún momento van a tener que comprar comida, se puede no comprar autitos, televisores, todo lo que quieras pero comida no se puede Pero hacen un pamento bárbaro ¡ojo que viene el lobo! ¡Que horrible! Pero tras cartón empiezan a hacer promesas electorales y prometen que van a recortar impuestos, pero vamos a ser coherentes, si vamos a estar jodidos no podés prometer eso porque no vas a cumplir. Una de dos, o están convencidos que la crisis es livianita por arriba del pantalón y entonces están asustando, o sino (no quiero decir que es demagogia, que la gente califique). Eso está pasando y entonces creo que es mucho más prudente la incertidumbre. Por esto se necesita conducción política, hay que recordar la historia cuando el Uruguay se cayó y Bensión se fue para la casa. No había ningún economista que le agarrara viaje a Batlle. El flaco Atchugarry, cargó con la cruz, con la mochila y fue e hizo lo que pudo se tiro al suelo, llorisqueó, atendía a todo el mundo tenía buen trato, no podía dar soluciones y no tenia ni un mango pero trataba bien a la gente, por lo menos no generaba bronca como esos técnicos que las saben todas y ni te reciben porque cuando no tenés plata tenés que hablar mucho más. En todo se precisa la política compañeros, esa es una lección del Uruguay

Después que Uruguay empezó a hacer pie y a caminar y todo, lo agarraron del forro y lo tiraron al flaco. Esa es la gratitud que tiene la política. Dijeron: ahora viene el tiempo de los técnicos. ¿Sí?, ¿Ahora que se está arreglando vienen los técnicos? Bárbaro, fenómeno. ¿Qué quiero decir compatriotas? Si efectivamente la romana viene dura y Uruguay padece restricciones porque se nos cae el comercio exterior, porque la financiación externa es difícil, porque el mundo se apreta, más que nunca precisamos conducción política, más que nunca. Porque cuando las papas queman precisan dirección política por encima de todo, porque sólo la política sale a buscar alternativas cuando se cierran todos los otros caminos. Por eso creo que es fundamental permanecer unidos, porque unidos jamás seremos vencidos. Segundo: tener sabia conducción política, esto significa oreja bien abierta, gobierno bien abierto, capaz de conversar con todos, nadie que se crea el dueño de la verdad absoluta y determinante, porque el país por encima de todo tiene que ser un gigantesco pacto, un nosotros. Para mí compañeros esas son las reglas de corto plazo. La regla más estratégica es una consigna que se podría resumir: luchar, luchar compañeros, poner el alma en la cancha, poner las tripas, ponerlo todo tras de este sueño, pero no como sueño montevideano, como utopía montevideana, sino para todo el país. Que nuestros hijos y nuestros nietos puedan ser mucho mejores que nosotros, lo repito, que nuestros hijos y nuestros nietos puedan ser mejores que nosotros. Este es el envite estratégico, y es sencillo pero está lleno de contenido, de misión y de rumbo: que nuestros hijos y nuestros nietos sean mejores que nosotros. Esto significa que en los próximos 20, 25 años no debe quedar un muchacho, una muchacha que no tenga formación terciaria. Esto significa, una apuesta a ser el país más calificado de América Latina: pequeños, pocos, pero cerebralmente bien montados, esa es la continuación del Ceibal, eso es seguir la línea del Ceibal: Universidad para todos, y esa consigna y ese rumbo obliga. Habrá que sembrar lotus, mucho papalum, mucho bromon en la pradera ganadera, pero va a haber mucho más que sembrar escuelas de tiempo completo en los barrios pobres, Utus y universidades por todo el país, ¡por todo el país! Pero vamos a ser claros, semejante proeza, persigue una calificación de un país para que empiece a vender cada vez más trabajo calificado, es decir talento. El aumento de la productividad es lo que genera la riqueza en una sociedad firme, pero el aumento de la productividad a la larga es posible y tiene que reflejar la capacidad intelectual de la sociedad. Una sociedad que trabaja con medios primitivos y con trabajadores primitivos va a vender trabajo simple y la queda. Si queremos tener un país próspero, pero firmemente próspero más allá de las coyunturas, necesitamos un país calificado. Eso es este sueño. Este sueño es la herramienta elemental que crea actividad de riqueza, pero no esta a la vuelta de la esquina, no es un tema de campaña electoral ni de un partido, es una causa nacional, esto es una bandera para la nación, es una bandera para la oposición, es una bandera país, tenemos que andar juntos frente a esto. Porque necesitamos construir un “nosotros”, poner una zanahoria en el horizonte que nos dé unidad como nación por encima de nuestras diferencias y no puede haber mayor unidad que trabajar para nuestros hijos y para nuestros nietos, pero esto implica sacrificio compañeros. Yo quisiera tener otro lenguaje y otro verbo, pero si este país se entretiene en ese cabresteo permanente sectorial, “que en este galpón no puedo porque me llueve, me entra esto, y que no puedo dar clase de matemáticas en Tala, por esto y por lo otro”, no podemos. Necesitamos espíritus revolucionarios, necesitamos actitud de compromiso, necesitamos ponerlo como misión, porque si no no hay presupuesto que banque, no tenemos, y si nos quedamos con el sueño de tener algún día, nunca nos va a caer del cielo, tenemos que dar un salto. Pero tenemos que ser conscientes, hay mucho que discutir, pero quiero señalar que esta posición acota dos grandes problemas que tiene este país; el uno la tendencia a la marginación que generan ciertos sectores de la sociedad indefinidos; no se es marginado por ser pobre, se es marginado por no contraer el hábito del trabajo, que es una cosa distinta. Hay marginados ricos, hasta por herencia, no laburan ni por orden del juez, marginado es no adquirir hábito de trabajo, el trabajo es un hábito no es una virtud, no venimos de la naturaleza para trabajar, mentira, vinimos para vivir, lo más importante es la vida, pero a base de racionalidad y privaciones, porque nos pusimos a colonizar el mundo y aprendimos que era mucho más negocio trabajar sistemáticamente aunque significaba en parte hipotecar nuestra libertad, pero ganábamos en solvencia y en seguridad. Visto así, compañeros, esta posición de la cultura y del trabajo apunta a combatir de raíz las tendencias de la marginación, porque el estudiar va de la mano del trabajar y en el mundo en el que vamos a entrar ya no se estudia más una temporada para después trabajar toda la vida. En el mundo en el que estamos entrando se va estudiando y trabajando sistemáticamente. Y algún día este país se va a avivar, y vamos a abrir una cuota de los empleos públicos para los estudiantes universitarios pobres, siempre y cuando estudien, y cuando termina la carrera para afuera, y viene otro, y otro. Pero están los problemas de todos los días. Los problemas de la campaña, las seis mil familias que todavía no tienen luz eléctrica y están doscientos paisanos ganaderos con animales en las calles que esperan un pedacito de tierra que el Estado se los alquile a través de Colonización y no hemos podido. No me olvido de los deberes, sé que lo imposible cuesta un poco más, pero son cuentas pendientes de las cuales no hay que olvidarse, necesitamos aglutinar a nuestros paisanos, sembrar mucho conocimiento, necesitamos una batalla por la cultura y por el conocimiento, ese mundo que va a venir condena, condena la no calificación. Yo les pido que razonen, que averigüen lo que está pasando. En el trabajo informático hay prácticamente desocupación cero, en la ingeniería forestal desocupación cero, en la geología desocupación cero y esto se viene multiplicando. En la mecánica agrícola, desocupación cero, esto crece. ¿Dónde está la desocupación? En los trabajos menos calificados. ¿Qué está pasando? El mundo se esta transformando. Hay tres máquinas en Uruguay que vinieron para cortar uva, valen trescientos mil euros cada una. Es increíble, no tienen dirección, cortan casi una Há. por hora, le sacan con un chorro todos los granitos, queda el racimo pelado. Pero cuando esa máquina se rompa o haya que regularla, ahí te quiero ver mariposa. Esta evolución no para más, este es el proceso que vivimos. Por eso compañeros lo que estoy diciendo de Universidad para todos no es un pelotazo, es una necesidad histórica, es anticiparse a las necesidades del mundo que se nos viene arriba. Y en política hay que tener el coraje de mirar veinte años para delante de ese mundo en el cual no vamos a estar, pero tenemos la obligación de preparar a los que van a venir. No tiene sentido una campaña electoral, donde un puñado de viejos se empiezan a relajar entre ellos y nos olvidamos de estos problemas que son de carácter estratégico. Por favor, quiero que se lleven de la política otra visión, otra sensibilidad, porque hay una multitud de posibilidades y de desafíos. El señor Presidente está preocupado por las consecuencias del cambio climático. Honradamente quiero trasmitir lo siguiente: en el Uruguay hay quien está haciendo transgénesis con las dos formas conocidas, y me felicitó porque estábamos a rueda con la tecnología. Siento dolor, si tuviéramos la misma cantidad de investigadores que proporcionalmente tiene el mundo rico, tendríamos que tener quince mil, apenas hemos juntado mil, y eso con la decisión que tomó este gobierno, que fue el primero que se acordó que había que juntar y ocuparse de los investigadores. Pero es increíble, en este país se ha llegado a afirmar, que como somos pequeños no hay lugar para las ciencias. El hombre hoy tiene las llaves del conocimiento que le permiten desarrollar vegetales útiles, que consuman mucho menos agua que los que conocemos. El hombre puede desarrollar vegetales que puedan vivir con agua salada y sean útiles. El hombre puede desarrollar vegetales y animales que tengan resistencia genética a plagas y enfermedades, se está haciendo en tres o cuatro laboratorios del mundo, que el hombre pueda recrear especies, preparadas para enfrentar el cambio climático, para resistir condiciones de sequía, inimaginables hoy, con capacidad de introducir algunas de las propiedades de las plantas xerófitas, las que viven en el desierto. Hay gente en este mundo que está trabajando en eso, ¿por qué no vamos a trabajar en eso los uruguayos? Esos conocimientos son la apertura del porvenir. Un árbol reprogramado que pueda resistir y producir maderas y otras cosas en esas condiciones, tiene un valor de patente fenomenal en el mundo que va a venir, no es un triunfo a la vuelta de la esquina, y en estas cosas se gasta mucha plata y se fracasa, pero alcanza con un poquito, con el cinco, el diez por ciento que pegue en el clavo, para abrir un nuevo horizonte.

Compatriotas, llevamos doscientos años vendiendo cuero, charque, carne, fardos de lana, ahora exportamos troncos. No hay que renegar de eso, sino que eso tiene que ser el instrumento para vender talento. Talento que produzcan nuestros hijos y nuestros nietos en el mundo que va a venir, así tendremos un país que soportará las crisis con sus propios recursos, que tendrá una dignidad básica de no depender de nadie a pesar de ser pequeño, pero formidablemente digno. Libertad es ante que nada valer lo cultivado. No puede haber libertad con brutalidad en la cabeza, y este es el mensaje creador que tenemos que tener con el porvenir, pero para que esto sea posible hay que comprometerse con la de todos los días. Darle una mano a los tamberos, darle una mano para que no se funda Conaprole, en una coyuntura difícil, pero no quedarse en eso para vender crema o para vender leche en polvo, no. Sacar de ahí, los recursos para que nuestros hijos puedan vender medicina superior, medicina veterinaria, reprogramación genética, el mercado de vacunas, puedan avanzar en el contexto del mundo moderno. Y esta es nuestra utopía, muy rebajada, hace cuarenta años queríamos cambiar el mundo, hoy queremos cambiar un cachito de corteza cerebral del pueblo uruguayo con el cometido de andar juntos compañeros. Entonces quiero finalmente, decir que vamos a una apuesta electoral donde el pueblo frentista resolverá lo que quiere hacer y cuál es el mejor candidato. Nuestro programa en sus ejes fundamentales está dicho por el congreso. Vamos a acompañar la decisión que tome nuestro pueblo. Andaremos al frente o andaremos en la fila india. No podemos perder. Ya no podemos perder. Estamos en la instancia de ganar y de ganar. Si tenemos que perder ganamos. Y si ganamos, ganamos. La vida es compromiso y alegría, casi no precisamos nada para vivir. Precisamos una barra de compañeros. Es el tesoro del Frente. Un poco de aliento para llegar, y la certidumbre que estamos trabajando con buen tiempo. ¿Por qué? Sin drama, sin pamento, estirar la pata hay que estirar la pata, pero hay que aprender a morir, como los bichos del monte, acertando. El enorme mensaje de las leyes naturales, porque la vida es hermosa, porque la muerte al final le pone paréntesis, y nos quita la pavada de encima. Por eso somos apenas un granito, somos apenas una instancia, estamos peleando por una candidatura presidencial. No estamos pretendiendo elegir al rey de Borgoña, ni nada por el estilo, entonces reitero: la verdadera unidad no está arriba, está en ustedes compañeros de base, los que aseguran la unidad son ustedes. Yo tengo alegría, inmensa alegría, porque conozco al pueblo frentista, él toma las decisiones fundamentales y termina amansando a los que se creen patrones. Entonces cuando nos vayamos lo único que quedará será la causa y el pueblo, que es lo único eterno, lo que se va renovando. Confiamos que la coyuntura que va a vivir el país no es tan dramática, que peor que en 2001 no vamos a estar, porque los bancos están firmes, se aguantan, porque ahora nos pasamos para el otro lado, los controlamos hasta en la nuca, y esto es una lección. A los bancos hay que cuidarlos mucho más que a los chorros de bancos, mucho más. Está bien, por eso estoy tranquilo, vamos a tener algunos inconvenientes, pero no hay ningún drama mayor. Tal vez tengamos que hacer econometrismo, tal vez tengamos que hacer un poco de obra pública, tal vez tengamos que hacer, como dicen ahora, políticas anticíclicas. Ya lo hacía Pericles, en el siglo V, pero creemos que es un invento contemporáneo. Bien, todo eso, pero lo fundamental es mantener la confianza, mantener la confianza en la política, la política es el culto de la confianza y los sentimientos, no es que uno no cometa errores, es la buena fe que se pone en la cancha, eso es otra cosa, ese capital no tiene precio, segundo, luchar por un gobierno de puertas abiertas con toda la multitud de intereses, estar dispuesto a socorrer, aunque más no sea con un abrazo a los desvalidos, siempre, siempre. Compartir, intentar ser mucho más derecho cuanta más jerarquía se tiene, no ganar a prepo, ganar a lo indio, tomando el potro a caricias y no a palos. Cuesta un poco más, pero da otros resultados, entonces a partir de esto, frentistas, por el triunfo, por el compromiso, por nuestro pueblo, por la alegría que vendrá, por los inevitables dolores que en alguna esquina nos van a amenazar, con este mensaje, vale la pena arrancar mil veces, empezar de nuevo y empezar de nuevo. Pero compañeros, una lección de viejo revolucionario, hay que respetar a todos los diferentes, a los que piensan distinto, a todos, a todos. Tenemos un tesoro que cuidar, la convivencia en este país, un pequeño país donde sus políticos más conocidos se dan el sencillo lujo de caminar con las manos en el bolsillo sin patotas que los cuide por los caminos y por las calles, casi único ejemplo que queda arriba de la Tierra y eso hay que conservarlo, y hay que conservar que cualquier mañana llegan y golpean en la puerta: “che Pepe, tengo este problema y tengo el otro” y estás cansado, y le decís “me tenés podrido” y te perdonan y te perdonan porque vos también estallás. Eso, porque al final las cosas grandes de la vida son las más pequeñas, las cotidianas, donde la gente demuestra lo que es. Por eso compañeros, gracias, gracias, unidos, unidos, unidos, gracias.

Artículo publicado originalmente en: Portal MPP Uruguay

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