Movilización para designar con el nombre de José Francisco Sasía al espacio libre ubicado en el Parque Andalucía, departamento de Montevideo.
Exposición verbal del Diputado Rubén Martínez Huelmo en la sesión de C.RR. del pasado miércoles 4 de marzo:
Tiene la palabra el señor Diputado Martínez Huelmo.
SEÑOR MARTÍNEZ HUELMO.- Señor Presidente: representa un alto honor ocupar este espacio que me otorga la Cámara para dedicarlo a la figura imperecedera de José Francisco Sasía, el recordado Pepe Sasía. Lo hago a instancias de la recientemente conformada Comisión de Homenaje, integrada por vecinos de la zona de Aires Puros y amigos en general, de los muchos que cultivó Sasía en su periplo vital. Ellos vienen movilizándose con el objetivo de lograr que las autoridades competentes procedan a denominar con su hazañoso nombre el espacio libre ubicado en el Parque Andalucía, sito en Bulevar Batlle y Ordóñez esquina Mariscal Foch.
El lugar que se persigue simboliza las raíces de José Sasía, pues es allí el lugar exacto donde hace ya muchos años se situaba la cancha del aguerrido Club Ipiranga, leyenda del fútbol de los barrios de Montevideo e institución donde Sasía forjó su personalidad.
El Pepe Sasía nació el 27 de diciembre de 1933 en la ciudad de Treinta y Tres. A los cinco años su familia se radicó, para tentar una vida con menos dificultades, en la capital del país. Es que aquel núcleo familiar era numeroso. José era el sexto de nueve hermanos. De niño y adolescente, el barrio Aires Puros lo vio crecer y desarrollarse. Allí, dicen sus cronistas, jugó en varios equipos, siendo el de mayor renombre el Club Ipiranga. A los quince años debutó en la Cuarta de Defensor, y un año después, en 1949, formaba en el equipo violeta, campeón invicto de esa divisional, para luego, a los dieciséis años, debutar en primera división, enfrentando al Club Rampla Juniors.
Luego sufrió una serie de accidentes y no actuó durante dos años; regresó finalmente a las canchas en 1954 y concluyó la etapa con los de La Farola en 1959. De más está decir que en aquellos años Defensor tuvo recordadas alineaciones y obtuvo posiciones de jerarquía, aunque las de mayor enjundia se darían décadas después. En 1960 su pase fue adquirido por Boca Juniors de Buenos Aires. De allí pasó a defender al Club Atlético Peñarol, donde tallaría muy alto, siendo su aporte notabilísimo en alineaciones que difícilmente volveremos a ver y que obtuvieron los campeonatos uruguayos de 1961 y 1962, años finales del primer quinquenio aurinegro, y en 1964 el uruguayo, invicto.
En materia internacional, en 1961 obtuvo con Peñarol la Copa Libertadores de América, segunda consecutiva del carbonero, y la Copa Intercontinental, en finales memorables ante Palmeiras de San Pablo y Benfica de Portugal, que en aquellos tiempos alineaban a figuras mundialistas.
Ante Palmeiras marcó el gol decisivo en San Pablo para el empate 1 a 1, y como ya se había logrado el 1 a 0 en Montevideo, con anotación de Spencer, se obtuvo aquella Libertadores, con gran vuelo deportivo. Ante Benfica se perdió en Lisboa 1 a 0. En Montevideo, Peñarol triunfó 5 a 0, anotando un tanto Sasía, para luego, en la súper final, derrotar al campeón europeo por 2 a 0, con dos goles del querido Pepe Sasía.
Su último partido con Peñarol fue ante Independiente de Avellaneda, en la final de la Libertadores de 1965, en que Peñarol cayó por 4 a 1. En lo personal, siempre he considerado ese vicecampeonato digno de ser recordado, puesto que se llegó a la final, dejando por el camino en las semifinales al famoso Santos de Brasil, donde actuaba Pelé, conjuntamente con una gran constelación de astros que marcaron época a nivel mundial. Ante ellos hubo de batirse, mostrando Pepe Sasía en los tres partidos de aquella semifinal su impronta personal y toda su maestría y calidad, amén de los goles.
Luego pasó por Rosario Central. Regresó a Defensor, luego al Club Nacional de Football de Montevideo, a Racing de Sayago y, con el pase en su poder, finalizó su carrera en el Club Defensor de Punta Carretas que, sin quizás, fue el club de sus amores.
Con la celeste fue campeón sudamericano en 1959, en el Torneo Extra disputado en Ecuador, equipo que dirigió Nino Corazo. Sasía anotó tres goles. La delantera de aquel equipo estaba integrada por grandes "cracks" de la época del fútbol uruguayo como Domingo Pérez, Bergara, Vladas Douksas y Guillermo Escalada.
Fue Presidente de la Mutual Uruguaya de Futbolers Profesionales durante tres años, pues siempre actuó en defensa de los intereses y derechos de los que brindan el espectáculo, es decir, de los más indefensos.
A la salida de la dictadura, en 1984, integró el Comité Frenteamplista del Deporte. Es importante anotar también que Sasía fue un demócrata convencido.
En fin, señor Presidente, de su experiencia vital, de su guapeza para enfrentar la vida y sus avatares, de su humildad, a tantos años de su muerte aún mucho podemos aprender. Una vez, cuando un periodista le preguntó de qué comida desistiría, Sasía le respondió que por respeto a los que pasan hambre no le podía contestar.
Es imposible abarcar en este lapso las múltiples facetas de Pepe Sasía. Tan solo podemos definir que permanece en el recuerdo del pueblo deportista. Es por ello que el planteo de la Comisión de Homenaje debe ser escuchado y concretado. Será un acto de estricta justicia para un notabilísimo deportista de nuestro país.
Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras se remita al señor Intendente Municipal de Montevideo, al Ministerio de Turismo y Deporte, a la Junta Departamental de Montevideo, a la Asociación Uruguaya de Fútbol, a la Mutual Uruguaya de Futbolers Profesionales, al Club Atlético Defensor, al Club Atlético Peñarol, al Centro Comunal Zonal N° 15, a la familia del Pepe Sasía, a las Comisiones de Deportes del Senado y de la Cámara de Representantes y a la Comisión de Homenaje.
SEÑOR PRESIDENTE (Arregui).- Se va a votar el trámite solicitado.
(Se vota)
—Treinta y tres en treinta y cuatro: AFIRMATIVA.
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