martes, 22 de septiembre de 2009

Mujica Presidente. (por Ignacio Álvarez)

Transcribimos un artículo del conocido periodista Ignacio Álvarez publicado en el Diario El País en su edición del pasado domingo. Lo hacemos por considerarlo de interés dada su objetividad al tratarse de un periodista de insospechada militancia política.

Lo siento
Mujica Presidente

Ignacio Álvarez

Es lo que piensa la mayoría: José Mujica va a ser el futuro Presidente. La encuestadora Cifra reveló esta semana que así lo cree el 50% de la población, mientras que sólo un 36% opina que Lacalle ganará las elecciones. "No puede ser", me decía un amigo mientras comíamos un asado en la terraza de su departamento pocitense. Claro: no puede ser si lo mirás desde ahí arriba; pero la mayoría lo mira de abajo, y ahí entendés cómo sí puede ser. En un país con un ingreso per cápita de $6.621, cómo no va a ganar el candidato del partido que hizo que pagaran más los que tienen más y menos los que tienen menos. Para dar un ejemplo elocuente, un trabajador con un ingreso de $15.000 mensuales (bastante más que la media uruguaya), paga apenas $100 de IRPF, mientras que con el IRP del gobierno pasado estaría pagando $900 por mes.

Pero además, Consejos de Salarios de por medio, su poder adquisitivo se incrementó en casi una cuarta parte desde que Tabaré Vázquez asumió el gobierno. Los sueldos y las jubilaciones más bajas fueron las más favorecidas en este período, el desempleo bajó a su mínimo histórico, y las asignaciones familiares subieron de $250 por hijo a $700 mensuales. La Reforma de la Salud hizo que decenas de miles de uruguayos, grandes y chicos, pasaran de la Salud Pública a atenderse en mutualistas, y más de 10 mil personas pasaron a ver bien en forma gratuita, luego de operarse de cataratas.

A todo esto, los números del PBI acaban de demostrar que Uruguay no cayó en recesión a pesar de la dura crisis global, y Tabaré Vázquez fue felicitado por el Presidente del BID y por Hillary Clinton, debido al excelente manejo que hizo su gobierno de la economía.

Es cierto que el Pepe no tiene la imagen de Presidente a la que los uruguayos estamos habituados, y su pasado guerrillero no suma puntos en un Uruguay moderado. Justamente esto es lo que explica por qué el Frente no gana con la fusta abajo del brazo. Pero Mujica tiene a Danilo al lado, y a la gente le asusta más la motosierra que un revolver oxidado.

Claro que sus últimas declaraciones pueden hacerle perder votos entre los decisivos indecisos. Pero también dijo muchas verdades, y eso es un activo en medio de tanta hipocresía: habló del patoterismo peronista, reconoció que Vázquez fracasó en la reforma del Estado, criticó a Astori por cobrar su sueldo como senador, acusó al Partido Socialista de convertirse en "una máquina de conseguir puestos", y confesó su temor a que el clientelismo lleve "a la tumba" al Frente Amplio. Honestidad brutal que le abre múltiples frentes, pero lo acerca a miles de uruguayos que valoran al "Pepe tal cual es".

Quizás lo más cuestionable sea su pensamiento de que "el Estado tiene que ser el arrendador de la tierra", y su opinión acerca de dejar de importar Toyotas porque "Japón no nos compra un carajo". Pero la enorme mayoría de los uruguayos no tiene tierra ni sueña con comprarse una Toyota.

Antes los blancos pegaron con que no puede ser Presidente alguien que diga que no cree "un carajo en la Justicia", aunque cualquiera que lea desapasionadamente las declaraciones de Mujica, advertirá que lo suyo se enmarcaba en un planteamiento filosófico, que lejos de llamar a desconocer al Poder Judicial, buscaba desafiar a los propios izquierdistas a animarse a liberar a los militares, a cambio de que den información sobre los desaparecidos. Pero Lacalle y Bordaberry salieron corriendo a rasgarse las vestiduras reclamando respeto a la Justicia. La misma Justicia que Lacalle insultó cuando procesaron a Braga (que nunca fue absuelto, sino que su condena fue ratificada, aunque los blancos hayan publicado un librito titulado "Braga inocente"), y la misma Justicia a la que Bordaberry acusó de sucumbir a las presiones políticas cuando un Juez procesó a su padre dictador.

Se me dirá que una cosa es criticar un fallo y otra es afirmar que no se cree en la Justicia. Pero las ideas se demuestran con hechos, y todos los partidos han demostrado que más allá de sus discursos, cuando el brazo de la Ley alcanza a uno de sus correligionarios, se suele cerrar filas para defender al compañero, antes que al interés general.

Hablando de esto, también se puede decir que la corrupción y el amiguismo no faltaron en este gobierno de izquierda, pero por cada caso comprometedor, el Frente puede sacar a relucir varios más protagonizados por blancos y colorados.

Entonces, con este panorama, más que preguntarse cómo puede ser que gane Mujica, la pregunta es cómo puede ser que no gane. Claro que todo es posible y Lacalle puede ser el futuro Presidente. Pero "difícil que el chancho chifle", como decía el Pepe cuando le preguntaban si se iba a tirar de candidato. Aunque más que de nadie depende de él, que parece experto en hacerlo chillar.

igalvar71@hotmail.com

Publicado en: El País - 20/09/2009

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