viernes, 30 de noviembre de 2012

Solidaridad con Argentina y su reclamo sobre Malvinas

El gobierno británico ha impulsado un referéndum en las islas Malvinas para "demostrarle al mundo que tan seguros están los isleños de su identidad". Dicho referéndum se votará en marzo del 2013, pero aún no se tiene claro que  pregunta será la que se realice a los británicos que sufragarán, la cual será definida en los meses subsiguientes. 






Pese a esto, los representantes de la Asamblea Legislativa de las islas han comenzado a invitar a representantes de varios países, personalidades y a organizaciones internacionales para así legitimizar el sufragio ante la comunidad internacional. 

Nuestro país no ha sido la excepción. El presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Diputados, Jaime Trobo, recibió una carta en la cual los isleños ofrecen "costear una visita de parlamentarios uruguayos a las islas, para que sean testigos del referéndum". En consecuencia, el Diputado Martínez Huelmo ha enviado una misiva al presidente de la comisión haciéndole saber de antemano su negativa a aceptar una eventual  invitación a Las Malvinas con el objeto de "adornar un referéndum cuyos alcances carecen de fundamento histórico, político y jurídico".



Se transcribe a continuación la mencionada carta.



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29 de Noviembre de 2012

Señor Presidente de la
Comisión de Asuntos Internacionales
de  la Cámara de Representantes
D.  Jaime Trobo
Presente


De mi consideración:

He recibido por su intermedio nota remitida por la Asamblea  Legislativa del Gobierno de las Islas Malvinas.

En la misma se extiende una invitación a los Sres. Representantes a  efectos de ser testigos de la celebración de un Referéndum sobre la Situación Política en las Islas,  a llevarse a cabo en  el mes de marzo de 2013.

En mi calidad de miembro de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes , me siento en la obligación de expresarme sobre el  tema de fondo.

A ese efecto he de seguir  la doctrina sentada por el Embajador Dr. Carlos Ma. Velázquez  expuesta  en 1964 en Naciones Unidas, en un sub-comité que tenía a su cargo examinar la situación de los territorios coloniales en América Latina y en oportunidad  de plantearse el asunto de las Islas Malvinas.

Decía el gran embajador compatriota, “…aquellos países que por razón de su pequeñez o su debilidad han sido despojados, casi  siempre por la fuerza, de porciones de sus territorios nacionales, para quienes la aplicación estricta del principio de libre determinación, que pondría el destino de esos territorios en posesión de un limitado grupo de colonos instalados por la potencia conquistadora, equivaldría a la  legalización de una situación de fuerza que, como hemos observado, ha constituido durante siglos un ilícito internacional. Este enfoque sigue siendo correcto y pertinente en el caso que examinamos, si se tiene en cuenta el hecho de que las Islas Malvinas fueron deshabitadas, sin población autóctona y que la población ahora existente ha provenido en su casi totalidad de la metrópoli colonial, e incluso sujeta a fluctuaciones periódicas, según las estaciones del año.”

Por otra parte es oportuno recordar otro punto fundamental del alegato del  Dr. Carlos Ma. Velázquez  “Cuando las colonias españolas de la América Central y meridional proclamaron su independencia en la segunda década del siglo XIX, adoptaron un principio de derecho constitucional e internacional, al cual dieron el nombre de uti possidettis juris  (como tú poseías continuaras poseyendo) ,  con el propósito de afirmar  que los límites de las repúblicas recientemente constituidas serían los de las fronteras de las provincias españolas a las cuales ellas sustituían. Este principio general ofrecía la ventaja de proclamar, como regla absoluta que en la antigua América española no existía, desde el punto de vista del derecho, ningún territorio sin dueño.

La plena vigencia de la Doctrina Internacional expresada hace casi medio siglo por Carlos María Velázquez, de la que he exhumado dos aspectos de la misma, en toda su extensión refuta con contundencia, los argumentos engañosos que consuetudinariamente ha elevado el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, en los foros internacionales y en especial en el seno de las Naciones Unidas.

La doctrina uruguaya y americanista de Carlos Ma. Velázquez marco el rumbo del discernimiento al clarificar que los antiguos territorios españoles “aunque no ocupados de facto, eran  considerados, por común acuerdo, como ocupados de derecho, desde el primer momento por la nueva República”.

Se buscaba de ese modo “excluir las tentativas de Estados colonizadores europeos sobre territorios que hubieran podido considerarse,  de otro modo, cosa de nadie”,  por lo tanto “los Estados Americanos no reconocen las adquisiciones territoriales o las ventajas  especiales  que se obtengan por la fuerza o por cualquier otro medio de coacción, tal como expresa el artículo 17 de la Carta de la O.E.A.”

América Latina siempre ha expresado su solidaridad con los derechos de la República Argentina sobre Las Malvinas, ello ha sido sin defección alguna  en todos los ámbitos internacionales y ha impugnado además, la inclusión de Las Malvinas en el  texto de la Constitución Europea en calidad de territorio de ultramar, siendo que innegablemente es un territorio insular de  nuestra América y en particular de soberanía Argentina.

En consecuencia deseo expresar al Sr. Presidente, mi  negativa a aceptar una eventual  visita a Las Malvinas con el objeto de adornar un Referéndum cuyos alcances  carecen de fundamento histórico, político y jurídico y que a mi juicio, por las razones expuestas,  no han de agregar nada en el diferendo sobre las Malvinas.

Sin otro motivo saludo a Ud. con mi más alta consideración.


Rubén Martínez Huelmo
Representante Nacional

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