martes, 7 de agosto de 2012

Mientras la derecha hace circo, el Frente Amplio trabaja y cumple.


En los últimos meses la población ha sido espectadora del demagogo y pérfido circo mediático de la derecha. Mientras tanto el Gobierno del Frente Amplio trabaja denodadamente por dignificar la vida de los uruguayos, mejorando los niveles de producción, empleo, distribución del ingreso y salario.







Los siguientes indicadores socio-económicos son prueba irrefutable de ello, lo que nos anima a seguir por el mismo camino.

Empleo

La tasa de empleo para las localidades de 5.000 habitantes y más aumentó 9,3 puntos porcentuales entre los años 2005 y 2011, lo cual representó la creación de aproximadamente 268 mil puestos de trabajo.
Por su parte, la tasa de actividad aumentó 6,3 puntos porcentuales para el mismo período.
Mientras que el total de cotizantes privados se incrementó en más de 370 mil entre 2005 y 2011, los sectores que aumentaron en mayor medida el registro a la seguridad social fueron construcción, industria y comercio y servicio doméstico. Si se compara 2011 con 2005, la cantidad de puestos cotizantes dependientes en el sector de la construcción más que se duplicó, mientras que en industria y comercio y en servicio doméstico las variaciones promedio que se registraron fueron de 53% y 50% respectivamente.





Ingresos

Durante el período 2005-2011 el salario real acumulado creció 31%, con un incremento de 33% de los salarios reales privados y de 26% de los públicos.
                                                                                                                       

    
                                                                                                                            
En cuanto a las pasividades otorgadas por el Banco de Previsión Social, entre diciembre de 2004 y enero de 2012 las mismas crecieron en términos reales un 43%, mientras que las jubilaciones y pensiones mínimas aumentaron 192% para mismo período.

No sólo aumentaron los montos de las pasividades sino también el número de las mismas. El aumento en el número de pasividades se atribuye en gran parte al efecto de la ley 18.295. La misma permitió flexibilizar las condiciones de acceso a las jubilaciones, a través de la reducción de 35 a 30 los años de servicio para jubilación común, y el reconocimiento a las mujeres un cómputo por año de servicio por hijo nacido vivo, entre otros.
En relación a los ingresos de los hogares, para las localidades de 5.000 y más habitantes los mismos en promedio a valores constantes muestran una evolución fuertemente creciente desde el año 2004. Más precisamente, los ingresos promedio de los hogares en el año 2011 respecto al 2004 crecieron 46% en términos reales; producto de las mejoras en los salarios, y el conjunto de las políticas sociales que contribuyeron como fuente de ingresos de las familias.


Distribución del ingreso

Los indicadores sintéticos de desigualdad como el Índice de Gini (IG) y el Índice de Theil (IT) son herramientas comúnmente utilizadas para medir la distribución del ingreso, considerando al ingreso de las personas como una aproximación para medir el bienestar de la sociedad y comparar los niveles de vida de las personas. Si bien el IG y el IT miden el grado de dispersión en la distribución del ingreso, el segundo es más sensible a lo que sucede en los estratos de ingresos más bajos. En cambio, el IG es más sensible a lo que ocurre en torno al centro de la distribución. La desigualdad de los ingresos en el período 2004-2011 se reduce de manera significativa. Si se observa la variación punta a punta de los índices mencionados, se aprecia una caída de 5 puntos del IG y de 8.5 puntos del IT, mostrando la mayor sensibilidad que tiene este indicador en los estratos más bajos, reflejando a su vez la focalización de las políticas


A lo largo del periodo 2004-2011, varios factores pueden explicar la mejora en los indicadores de desigualdad. En una primera etapa, la mejora en la redistribución del ingreso estuvo explicada por las políticas dirigidas a atender la emergencia social a través del Plan de Emergencia Social (PANES), el cual tuvo un efecto directo sobre los ingresos de las personas que pertenecían a los deciles más bajos. Por su parte, las mejoras en la distribución del ingreso a partir de 2008 se pueden atribuir a la implementación de políticas más permanentes como el Plan de Equidad y la creación de las nuevas asignaciones familiares y la Asistencia a la Vejez, la Reforma Tributaria, la Reforma de la Salud, y los aumentos de los salarios mínimos y las jubilaciones mínimas.
Los ingresos laborales crecieron fuertemente en términos reales entre 2004 y 2011, concentrándose en los deciles medios. Este crecimiento puede obedecer al dinamismo de la actividad económica y a la recuperación de los salarios nominales. Estos últimos impulsados a través de la política salarial del gobierno de incremento del salario mínimo y los Consejos de Salarios que mantienen laudos con aumentos mayores para los trabajadores de salarios más sumergidos. En un análisis más de largo plazo, se observa que la gran disminución del índice de Gini en los dos últimos años hace que hoy el país tenga la distribución de ingresos más equitativa de las últimas tres décadas. La velocidad en la reducción de este índice revela la efectividad y focalización de las políticas implementadas.




Otra forma de ver cómo ha evolucionado la desigualdad de ingresos es comparar el crecimiento que ha tenido el ingreso medio de aquellas personas ubicadas en el primer decil de ingresos respecto del ingreso medio de aquellos ubicados en el último decil, lo que se denomina ratio (10/1)




A través de este indicador también se reflejan los avances que ha tenido el país en materia de redistribución de los ingresos. Mientras en el 2004 los hogares del décimo decil ganaban 18,9 veces más que los hogares del primer decil, en el año 2011 esa relación descendió a 13,5 veces



La incidencia de la pobreza medida a través del método de los ingresos muestra que la misma ha disminuido significativamente en los últimos años, llegando en el 2011 a una estimación puntual de 13.7% a nivel total país. Mientras en el año 2008, cada 1000 personas 224 no superaban el ingreso mínimo, en 2011 este número de personas descendía a 137.
También baja la severidad de la pobreza al caer el índice de indigencia.



Se observa en 2011 una caída del 58% con respecto a 2010 de la indigencia, alcanzando el 0,5% de la población. Cabe considerar que en 2004 la indigencia involucraba a casi al 5% de los habitantes.
De acuerdo al Informe de Pobreza elaborado por el INE para el año 2011, interesa destacar que la pobreza continúa siendo un fenómeno social que afecta en mayor medida a los niños y adolescentes de nuestro país. Sin embargo, desde 2005 la pobreza se ha reducido en todos los grupos de edad, y en particular en las generaciones más jóvenes. Tal como se observa en la siguiente gráfica, la incidencia de la pobreza en los menores de 14 años era de 61.41% en el año 2004 y de 26.49% en 2011, mostrando una marcada reducción.




Las transferencias dirigidas a los niños y adolescentes, como las Asignaciones Familiares no contributivas, y la Tarjeta Alimentaria Uruguay Social (TUS), son factores que contribuyen a explicar la fuerte reducción de la pobreza en dichos grupos de edad.
En una mirada de más largo plazo, los ingresos de los hogares en términos reales crecieron en forma importante entre 2004 y 2011. Sin embargo, dicha variación no fue homogénea entre quintiles. Mientras que en el primer quintil los ingresos crecieron entre 2004 y 2011 un 75%, en el segundo quintil la variación fue de 64%, y en el último quintil crecieron por debajo del promedio.
Esto se halla alineado con las mejoras en la distribución del ingreso, las cuales se reflejan en los indicadores sintéticos de desigualdad presentados anteriormente.





Entre 2004 y 2011 se destaca el fuerte crecimiento de los ingresos laborales en términos reales, y en particular en los años 2009-2011 los ingresos laborales del primer quintil fueron los que registraron el mayor aumento de 24% en términos reales, el doble del promedio de los hogares.
Este hecho refleja las mejoras en las políticas laborales activas, en la negociación colectiva y en los laudos diferenciales establecidos en los Consejos de Salarios a favor de los salarios más sumergidos






A la hora de explicar la evolución de estos ingresos, deben tenerse en cuenta tanto el efecto precio (salario percibido) como el efecto cantidad (número de trabajadores y horas trabajadas).
Durante el período 2004-2011 el salario real acumulado creció 37%, y si se compara esta variable en una evolución de mediano plazo se observa que desde el año 2010 el índice de salario real supera los niveles observados en la década de los noventa.






El crecimiento sostenido del salario real puede atribuirse al dinamismo de la actividad económica, a la recuperación de los salarios nominales asociado a la política salarial impulsada por el gobierno, y un especial tratamiento para los sectores de menores ingresos. Dentro de la política salarial se destacan los aumentos en el Salario Mínimo Nacional (SMN) que se vienen sosteniendo desde el año 2005. En enero de 2012 se estableció un incremento del 20% en el SMN, llegando a 7.200 pesos uruguayos, cifra tres veces y medio el valor vigente a enero de 2005.


Además de las subas del Salario Mínimo Nacional, los Consejos de Salarios mantienen laudos con incrementos mayores para los trabajadores de salarios más sumergidos, lo cual favorece una mejora sustancial de los ingresos laborales más bajos. se le agrega la política de aumentos diferenciales que han tenido las jubilaciones y pensiones mínimas, las cuales crecieron en términos reales 192% para mismo período.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerde que además puede escribirnos a nuestra dirección de correo.
Gracias